“Lo que presenciamos ayer fue una obra sui géneris, ya que fue la primera puesta en escena que se presenta en la sala principal de la casona donde nació y vivió Rivas Mercado. Y sí había una energía especial que envolvió a todos los allí presentes”.
Por Roberto Sosa López
Nació en la Ciudad de México el 28 de abril de 1900 en la casa de sus padres en la calle de Héroes 45, Col. Guerreo; fue la segunda hija del arquitecto Antonio Rivas Mercado. Esta casa fue el escenario donde se presentó ayer la obra que lleva por título el nombre de esta mujer considerada como una de las promotoras culturales más trascendentes del siglo XX. El relato se articula con textos biográficos y diarios personales escritos por Antonieta y autoficciones de Alexandra Benavides quien habita al personaje.
El teatro ha presentado diferentes unipersonales que nos hablan de la vida y muerte Antonieta Rivas Mercado, figura emblemática en la vida cultural de este país. Sin embargo, lo que presenciamos ayer fue una obra sui géneris, ya que fue la primera puesta en escena que se presenta en la sala principal de la casona donde nació y vivió Rivas Mercado. Y sí había una energía especial que envolvió a todos los allí presentes.
Al finalizar el espectáculo, la actriz Alexandra Benavides nos habló un poco de lo que representa para ella dar vida a una mujer con toda esta carga emocional.
RS.- ¿Cuál fue el mayor desafío para ti interpretar este personaje, y ya con el texto en un tus manos qué te dice Antonieta Rivas Mercado…?
AB.- “Un desafío que disfruté mucho, así lo sentí al tener el texto en mis manos y dialogar con ella, fue un diálogo desde la contemporaneidad. El relato está construido a partir de textos que ella escribió y otros que yo escribí; hay una fusión entre su realidad y mi realidad que tienen muchos puntos y perspectivas en común. Me sorprendió la pertinencia de sus textos a casi un siglo de haberlos escrito. Si hablamos de desafíos, fue muy emocionante encontrar esa posibilidad de vivir dos realidades, pero respetando el contexto en que ella lo escribió; cómo creó y construyó lo que pensaba. Siempre será un reto interpretar personajes que existieron, ahora decimos personajes, pero encarnar a una mujer que vivió y ahora poder compartirla, creo que nunca se llega a ser igual. Fue sentir una comunión espiritual con Antonieta – así lo creo-, y así pedirle permiso de que sus palabras estén a través de mi voz en la actualidad”.
RS.- Hay mucha afinidad entre las dos, se percibe, pero debe haber un punto en dónde hay más coincidencias. Un punto donde piensas “aquí me veo reflejada, aquí pienso como ella”. ¿Dónde hay más empatía?
A.B.- “Son varios momentos en donde coincidí con ella, uno de los más difíciles fue el efecto cuando toma la determinación, “ya se acaba todo”; las desilusiones conjuntas que te llevan a pensar en la posibilidad de terminar con todo. Desde allí fue mi primer acercamiento emotivo y sensible leyendo sus letras, sentir que nosotras tenemos una voz que tiene que ser escuchada y no a manera de condescendencia; es como indicar me hago a un lado, te abro un espacio porque te permito estar aquí como mujer. Es mejor actuar y decir que yo también estoy luchando por este lugar que es mío, no es prestado. Desde allí hay una conexión con ella muy precisa con la cual me identifica mucho. Y esta necesidad de instruirnos, de estar metiendo el cerebro en nuevas inspiraciones, es algo que también me conecta mucho con ella”.
R.S.- Rivas Mercado impulsó mucho el teatro, el Teatro Ulises que ella fundó fue un parteaguas en el teatro contemporáneo en México. Tú haces teatro, y ahora das vida a una mujer que habló del teatro, que lo impulsó y quiso que el teatro en México tuviera identidad. ¿Qué piensas de esto?
A.B.- Para mí fue muy sorprendente llegar a Antonieta ya después de terminada mi carrera – estudié teatro- y descubrir que no había escuchado su nombre en mi licenciatura. Desde ese momento fue ¿y por qué no sabía de ella, por qué, si tanto hizo por la carrera que yo estudié…? Me siento muy afortunada de tener esta posibilidad de hacer presente no solo sus implicaciones políticas, o las acciones que hizo a nivel social, sobre todo por la cultura y en pro del teatro, como lo conocemos ahora. Había escuchado del Teatro Ulises y Los contemporáneos, pero jamás pasaron por mis libros, ni mis lecciones, su existencia. Desde mi quehacer como actriz nos estamos defendiendo, nos hacemos presentes, Antonieta y nosotras, y todas las que seguimos, y lo hacemos concretando eso que ella deseó que sucediera, porque se quedó allí ese deseo pausado en el tiempo que tal vea ella no vio. Muchas de las cosas que deseaba sucedieron y eso es maravilloso”.
R.S.- Este espectáculo lo has llevado por muchos espacios y recintos, pero hoy estás en la casa donde ella nació y vivió, transitas los lugares por donde ella caminó. Hay una energía especial. ¿Qué sientes al presentarte en su casa…?
A.B.- “Me toco visitar esta casa en diciembre por primera vez, vine como Alexandra a ver el espacio, habitar, conocer, cargarme de energía para hacer al personaje. Cuando nos dan la noticia que vamos a venir aquí a presentar la obra, yo lloré, dije, voy a conocer la casa, sentir su energía, en lo personal siento que hoy estuvo presente, fue muy emotivo, muy significativo y me siento muy orgullosa, agradecida de poder estar aquí. Durante la presentación hubo ciertas señales, como la puerta que se cierra sola, se me rompe el collar… Claro”.
R.S.- ¿Cómo, no estaba previsto lo del collar…?
A.B.- “No, no estaba en el guion. Me pasó una vez anteriormente cuando iniciábamos la obra, fue como una bienvenida. Pero que haya sucedido hoy aquí, justo que el golpe de la puerta ocurra al momento en que ella se va a presentar. Con Antonieta últimamente he sentido que estamos actuando juntas. Su energía está acá y se siente. Me dan ganas de escabullirme, abrir la puerta de su cuarto y sentir su energía. Me siento muy contenta y con ganas de volver. Me quedaría a vivir en CDMX, trabajar en la Casa Rivas Mercado, la verdad si me emociona muchísimo estar en este espacio”.
R.S.- Hablemos del fin de su vida. Decide suicidarse. ¿Qué opinión te merece esa decisión…?
A.B.- “Pienso que fue muy valiente, no cualquiera toma esa decisión cuando sabe que va a afectar a otros. En principio es muy valiente, en segunda creo fue un acto de protesta lo que ella realizó. El sitio donde eligió hacerlo, con qué lo hizo y como dejó todo organizado; la persona más cercana a ella, su hijo, dispuso todo para que él tuviera las mejores condiciones. Hubiese deseado conocer ese futuro si ella no toma esa determinación, no lo sé, tal vez no hubiese sido lo mismo. Para mí ella fue una mujer valiente y lo fue en muchos aspectos desde el momento que decide tomar sus propias decisiones, escribir sus pensamientos y compartirlos”. Concluyó.
La dirección artística de Nelson Cepeda Borba es sensiblemente análoga con la actuación de la protagonista, ambos piensan y sienten lo mismo al momento de crear la obra. Lo que presentan al público es el trabajo que nace de la necesidad de hacer teatro con matices llenos de arte. El espacio que ocuparon para la representación es inmejorable. La obra será lleva a la ciudad de París, Francia a finales de este año, enhorabuena.
Equipo creativo
Textos / Antonieta Rivas Mercado, Alexandra Benavides y Nelson Cepeda
Diseño sonoro / Gabriel Moreno Roche
Vestuario / Nelson Cepeda y Víctor Franco
Dirección artística / Nelson Cepeda Borba
Producción / Borba Teatro / Casa Estudio.
Imágenes y texto / Roberto Sosa
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